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  • felixmartinmartinez

Pecs, Hungrìa

Actualizado: 26 jun 2019



El Centro Valeria Koch School, está situado en la ciudad de Pecs, a 200 km. al sur de la capital de Hungría, destinado para unos 1000 alumnos, y con una plantilla de profesores en torno a las 70 personas. Comprende alumnado desde Primaria hasta el curso anterior al ingreso en la universidad. El Valeria es un edificio que ha sufrido numerosas rehabilitaciones, y que presenta numerosos desniveles en otros tantos tramos de escaleras, fosos, etc.


Las clases de Educación Física, y dado el diluvio durante la casi totalidad de mi estancia (del 13 al 17 de mayo de 2019), tuvieron lugar en el gimnasio cubierto, que no siendo demasiado grande, albergaba dos clases con otros tantos profesores. Mi primera impresión tras entrar en el Valeria, es la de un completo orden en cuanto a la presencia del alumnado, tanto por los pasillos, el hall, la cafetería, cambios de clase, etc.


Antes de la llegada del profesor, el alumnado aguardaba sentado, en completo silencio, hasta que recibía las indicaciones correspondientes para los ejercicios de calentamiento. A partir de aquí, y otra vez en perfecta armonía, una pareja o a la sumo tres alumnos, se encargaba de sacar el material correspondiente para la práctica deportiva. El mismo orden se daba a partir de la finalización de cada clase, en la recogida de dicho material.


Con una duración de 45 minutos por clase (empezaban a las 8 de la mañana, hasta las 13,15 horas), y con diez de intervalo entre una y otra, un alumno se acercaba a mi, previamente, para indicarme en inglés, en qué iba a consistir la clase, dado que ésta se desarrollaba en húngaro. Como segundo idioma contaban con el alemán, y en tercer lugar, el inglés.



En lo que a la práctica física, no observé diferencia alguna, respecto de las nuestras, en todo caso, sí pude comprobar la gran disciplina con la que el alumnado asumía las indicaciones del profesorado.


Un dato diferenciador es el hecho de que cuentan con algunas clases segregadas por sexos, algo en lo que ni siquiera el propio profesorado está de acuerdo. Al final de una de las clases, me llamó la atención cómo el profesor se despedía de varias de sus alumnas, con sendos y fuertes abrazos. " ... es que son mis alumnas ...", me dijo. Queriendo indicarme que, eran sus tutorandas.

Las clases de deporte y danzas húngaras están contempladas por ley, una vez a la semana, al menos, sobre todo en lo que al alumnado de Enseñanza Primaria se refiere (danzas). También se contemplan las Actividades Extraescolares que, en el caso de mi estancia, afectaron al día viernes, por lo que aproveché ese día para asistir a las clases con el alumnado de Primaria, comprobando el alto grado de compromiso que mantienen con sus tradicionales cantos y danzas del pais.


Dentro de las Actividades Extraescolares, la AMPA goza de una gran implicación. A su vez, se tratan las NEE, si bien al margen de las clases ordinarias propiamente, esto es, a partir de la intervención de especialistas, fisioterapeutas, etc. Llama la atención la práctica inexistencia de alumnado extranjero, y que en el caso de este centro escolar, no llegaba a una docena de estudiantes.


Otro detalle, en este caso, especialmente negativo y que me llamó la atención, es el hecho de la permisión de los teléfonos móviles en el hall, pasillos, patios de recreo, etc. Algo que, al parecer, no les causa problema alguno, y que, asumen con total naturalidad.


Una experiencia positiva, en definitiva, de la que trato de extraer lo más interesante, insistiendo en que ello tiene que ver con el algo grado de disciplina con el que se desarrollan todas las actividades. También el respeto recíproco que observé entre el profesorado y alumnado, el cual se manifestaba todas cuantas veces se cruzaban por pasillos, patios, etc., y con los saludas correspondientes por ambas partes.

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